La gestión de proyectos se ha beneficiado enormemente de dos estrategias de mejora de procesos: Six Sigma y el enfoque Lean. Six Sigma es una metodología basada en datos que reduce los errores al tiempo que perfecciona la calidad de los productos y servicios. El proceso Lean consiste más bien en racionalizar el flujo de trabajo. La psicóloga Eve Ash explica de forma sencilla cómo Lean Six Sigma combina estos dos procesos de mejora para reducir los defectos, mejorar la satisfacción del cliente y los resultados finales, creando así una ventaja competitiva.