A nadie le gusta trabajar en un entorno sucio. Los empleados esperan un área de trabajo limpia para poder ser productivos y eficientes. La limpieza institucional utiliza 6.000 millones de libras de productos químicos formulados al año. Las erupciones cutáneas y el asma asociados a los desinfectantes y limpiadores son las enfermedades profesionales más comunes entre los trabajadores. Hay una forma mejor y más saludable de mantener limpia su oficina.